Voy a estar fuerte para las elecciones
Por Gabriela Wiener[1]
Cada vez que sale el tema de los políticos corruptos o de los dictadores o
de los autores de crímenes de lesa humanidad como política de Estado me lleno
la boca contando que en mi país tenemos a un presidente de estos, uno que
reunió todas las perversidades anteriores, bien metido en la cárcel. No es poca
cosa. No hay muchos países que puedan jactarse de ello. Cuando pienso en lo
precaria que a veces parece nuestra institucionalidad, recuerdo que el chino
está preso, que Montesinos está preso, que estamos siendo capaces como sociedad
de hacerles pagar por sus atropellos y puedo respirar con algo de esperanza en
el ser humano/peruano.

Fin de las especulaciones: Desde su cárcel
dorada, el caudillo orquesta no solo la campaña, también lo que ya presupone
como su inminente tercer gobierno fujimorista. El presidiario más poderoso del
país sí tiene injerencia, sí tiene participación y sí tiene actividad en el
partido de su hija. Parafraseando al
jefe de campaña de Keiko, que no es otro que su papá, yo sí que voy a estar
fuerte para las próximas elecciones. Pero para cerrarle el paso a la mafia
familiar. ¿Y tú?
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