CADE
Y EL FRENTE AMPLIO: SE PERFILA LA GEOGRAFÍA POLÍTICA
Por Manuel Dammert Ego Aguirre[1]
Lo que queda definido es que ya tiene el pueblo
peruano una candidata que debe unir al conjunto de las fuerzas patrióticas para
la transformación que el Perú requiere.
En estos días los actores políticos ajustan sus
estrategias y agrupamientos para una campaña electoral de seis meses. Existen
indefiniciones de candidaturas y volatilidad del electorado, así como fragilidad
de los agrupamientos. La campaña sigue llena de sorpresas, y no terminan
de definirse los agrupamientos.
El CADE se auto considera como el escenario donde los
seleccionados como principales candidatos presidenciales van a realizar venias
a los grandes empresarios. En esta oportunidad, el aparato teatral ha sido
cruel y paradójico. Se ha evidenciado la inmensa crisis que viven las fuerzas
conservadoras de la derecha peruana. Los cinco candidatos han recibido
sobre todo risitas irónicas y algunos aplausos condescendientes. Todos ellos,
sean Keiko, PPK, Alan, Acuña y Toledo, les han frotado la franela, pero no han
obtenido la venia que esperaban.
Lo que buscaba la plutocracia financiera en el CADE es
que le hablaran comprometiéndose con mayor flexibilización laboral,
desnacionalización de los sectores estratégicos, reducción de impuestos,
privatización de servicios de empresas públicas, y restricción de derechos
sociales universales (salud, educación, etc.) para facilitar el incremento de
las altas ganancias de un país endeudado y financieramente sometido. El elenco
de candidatos derechistas está de acuerdo con estas voraces exigencias, pero no
se atrevió ni siquiera a defenderlas.
Se redujo a hacer bromas, a decir frases vacías, y a
buscar la sonrisa benevolente de quienes van a financiar sus campañas
electorales. Los del elenco derechista están notificados que el pueblo exige
cambios sustantivos para mejorar la patria, la vida y el trabajo. Y que la
mayoría ciudadana rechaza el paquetón neoliberal que esperaban como regalo los
del CADE. Al elenco derechista no le quedó otra cosa que tratar de
balbucear la mala copia de los temas planteados por las fuerzas progresistas y
de izquierda para el cambio sustantivo que demanda el Perú. Ni ellos se creían
así mismos.
Ante este desconcierto de la derecha, se empezaba a
definir el panorama político de las fuerzas patrióticas, progresistas y de
izquierda. Ocurría esto en los eventos y actividades vinculados a las
candidaturas de izquierda. El Frente Amplio, con su candidata Verónika Mendoza,
no fueron invitados al CADE, pero están siendo los grandes protagonistas de
este momento en la correlación política. Mendoza ha quedado como la única
candidatura de la izquierda y el progresismo. En otro artículo comentaré las
vicisitudes que llevaron a que no se consolidara la candidatura de Gonzalo
García. Lo que queda definido es que ya tiene el pueblo peruano una candidata
que debe unir al conjunto de las fuerzas patrióticas para la transformación que
el Perú requiere. Se trata ahora de aunar voluntades, sumar esfuerzos y
movilizar el poder de los ciudadanos para que la campaña electoral entre a una
nueva etapa.
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