La corrupción, ¡ja, ja!
Por Diario
UNO el enero 6, 2016
La Contraloría General de la
República alista para el 3 y 4 de febrero de este año una Conferencia
Anticorrupción Internacional. Expositores (agárrense de su asiento): Alan
García, Keiko Fujimori, Alejandro Toledo, PPK y César Acuña.
Hay también expositores
extranjeros; pero no creo que ninguno supere a nuestros paisanos. Estos sí que
saben lo que es corrupción. El aviso ha sido publicado ayer en varios diarios,
la Contraloría
expone los grandes temas de La Contraloría.
Imagino que García puede abordar
el tópico que mejor conoce: “La impunidad como multiplicador de la corrupción”
y que a Acuña se le encomendará el análisis de “Responsabilidad social
corporativa y corrupción”.
Del área de “Crimen organizado y
corrupción” podría encargarse Keiko Fujimori, con apoyo de García y, por qué
no, de Vladimiro Montesinos. “La academia, los medios y la sociedad civil”
difícilmente hallarían un tratadista mejor que el rector Acuña. PPK sería
insuperable en el estudio del “Impacto de la corrupción en la gestión pública”.
Alejandro Toledo está pintado para colaborar en este campo.
El anuncio pagado de la
Contraloría precisa que los cinco candidatos que programa como expositores
“presentarán sus principales propuestas para acabar con la corrupción”. ¿Será
verdad tanta belleza? Su pasado los condena.
Si los expositores extranjeros
son serios, si no se matan de risa ante el currículo de sus colegas peruanos, a
lo mejor piden que se aclare cómo es eso de que un candidato a presidente del
Perú indultó o conmutó penas a miles de narcotraficantes, y a quién se le ha
ocurrido que un ciudadano extranjero, que ha jurado lealtad a los Estados
Unidos, quiera ponerse la banda presidencial el 28 de julio.
La Contraloría sabe lo que ha
hecho. No es casual que ofrezca como plato fuerte de la anticorrupción a Alan
García. Ya se sabe que esa institución está plagada de apristas y corroída por
la coima que succiona a funcionarios del Estado para ocultar malos manejos.
El azar en la historia. La otra
cara de la moneda es que la Contraloría excluye de la cita a candidatos que no
están acusados o sospechados de corrupción. Bien sabe, o debiera saber, el
Contralor cuáles son los candidatos y las candidaturas que no están mancilladas
por las corruptelas, y que, además, han luchado en el Congreso, en los medios
de comunicación y en los debates públicos contra la corrupción. ¿No podría
haber matizado su elenco con alguno de esos personajes sin tacha?
La sorprendente selección
practicada por la Contraloría equivale a un lavado de activos, de corruptos
activos. Va a permitir que esos políticos traten de limpiar su imagen y
presentarse como defensores de la moral pública. Eso, cuando falten apenas dos
meses y medio para las elecciones generales.
César Lévano
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